Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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viernes, 5 de febrero de 2010

Me voy de Congreso




Salgo dentro de unas horas para Valencia para asistir al I Congreso de la SEFID (Sociedad Española de Fisioterapia y Dolor).

Es un congreso de Fisioterapeutas en el que se hablará mucho de neuronas por expertos del máximo nivel.

Abre la primera jornada la ponencia de Rafael Torres, el Presidente de la SEFID con un título que define la razón de ser de esta nueva Asociación Profesional:

Qué es el dolor? Neurobiología, sistema médico, sociedad y cultura. Necesidad de un cambio

El mundo conceptual y práctico del dolor no asociado a daño necrótico necesita una profunda actualización.

Siento que los neurólogos estén al margen de esta renovación, anclados en doctrinas que siguen teniendo impronta cartesiana y empeñados en confundir Ciencia con Biología molecular y Terapia con Farmacología.

El dolor no es un producto tisular ni psicológico sino una percepción de propósito defensivo, una decisión cerebral de alertar e implicar al individuo en una acción preventiva o resolutiva de un suceso necrótico.

El individuo está implicado en la evolución del dolor. Consciente e inconscientemente toma decisiones, espera, teme, decide, cree y actúa.

La cultura del dolor surge de la información que desde diversos ámbitos, oficiales y alternativos, se vuelca en consultas y medios de comunicación. Es una cultura llena de tópicos y falacias que precisa también ser actualizada.

Es necesario abrir un período de ilustración que renueve creencias y conductas de afrontamiento.
Desde la metáfora del cerebro como un procesador de información hay que hacer ver a profesionales y ciudadanos que el contenido de esa información tiene más impacto sobre la neurobiología del dolor que la alimentación, los cambios hormonales y meteorológicos, los ajetreos mentales, los fármacos, las agujas, las energías y demás agentes y estados propuestos en el variopinto y confuso mercado de los sanadores.

Debemos automatizar la idea del dolor como el output de un complejo sistema defensivo en el que conviven músculos, huesos, articulaciones, tendones, ligamentos, fascias con neuronas, circuitos, reflejos, reflexiones, cálculo de probabilidades, enculturación, memorias...

El dolor es la expresión del miedo somático a la degradación y necrosis de sus tejidos. El movimiento está atenazado por ese miedo. La labor de los fisios es la de la recuperación de la autoestima somática, la confianza en la promoción de la acción como condición necesaria para la salud tisular y no como un riesgo.

Espero tener la oportunidad de cambiar impresiones en un foro con sensibilidades compartidas.

Daré cuenta en próximas entradas de lo hablado y callado. Cierro la oficina hasta el lunes día 8.

Que tengan ustedes el fin de semana que se merecen...




1 comentario:

Anónimo dijo...

Le echaremos de menos los profanos