Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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lunes, 31 de mayo de 2010

Corpus sanum in mente sana





El dolor siempre es una respuesta normal a lo que el cerebro considera una amenaza de destrucción violenta de tejidos, sostiene Moseley, expresando una verdad biológica básica, fundamental.

No duelen huesos, músculos, articulaciones ni tendones sino decisiones cerebrales de activar la alarma ante un suceso consumado, inminente o imaginado de daño necrótico.

Duele porque el organismo teme que las acciones del individuo pongan en peligro la integridad física de los tejidos.

El cerebro sueña posibilidades teóricas aun cuando sean altamente improbables. Enciende el pánico ante la posibilidad de que el avión se precipite al vacío y la ilusión porque toque el gordo de Navidad.

El individuo siente un cuerpo enfermo, agotado, dolorido, desmotivado, catastrofista... pero los doctores no encuentran nada anormal en placas y análisis.

- Su cuerpo es normal. El dolor es psicológico...

El psicólogo no encuentra nada anormal en sus psicoevaluciones.

- Su psique es normal. Vuelva a hablar con su médico...

El cuerpo y la psique son normales pero el cerebro es hipocondríaco, alarmista. Vive en una idea de organismo enfermo aun cuando esté sano y le da a todas las teclas que proyectan a la conciencia sentimientos de enfermedad, de peligro.

- Lo único que sé es que me duele todo... hasta el pelo y las uñas...

- No le puede doler todo. Es absurdo..

Muchos doctores niegan la posibilidad de que duela todo. Les parece que eso es una prueba de que, en realidad, no duele nada... y apuntan en sus historias con signos de admiración que dan a entender su descreimiento: ¡le duele todo!...

Duele todo si el cerebro activa el programa de sentirse enfermo. Para eso lo ha seleccionado la evolución...

- Tengo hambre a todas horas...

- Eso es imposible. Su hambre es psicológica...

 El cerebro sueña la realidad y la vuelve incomprensible a fuerza de temer lo posible.

Las creencias y expectativas del organismo son las causantes del sufrimiento.

El cerebro cree, teme la enfermedad.

Los padecientes no creen en el poder de las creencias, no las temen. Reclaman la enfermedad real aun cuando sea, por ahora, invisible.

- Cuide su información. Las ideas son liposolubles y se fijan a la grasilla cerebral haciéndose con el mando. Procure que no entre mercado y cultura. Exija Ciencia, conocimiento limpio, desinteresado. Así conseguirá un cerebro sensato, ponderado, Es condición necesaria para sentirse sano estándolo.

Mens sana in corpore sanum...

Corpus sanum in mente sana...

1 comentario:

emejota dijo...

Desde mi experiencia como paciente normalita, no puedo sino darte la razón. La interacción entre ambos da como resultado la unidad consciente que nos consideramos, pero quien lleva el timón siempre es la actitud mental. Un abrazo.